El objetivo de la agricultura ecológica es la obtención de alimentos de máxima calidad, sin usar para ello productos químicos de síntesis. De los tres métodos directos contra las plagas -lucha convencional, integrada y biológica-, éste último es el único permitido. Su peculiaridad es la utilización de organismos vivos o sus productos, para reducir los daños ocasionados por los patógenos de las plantas. Para ello, el agricultor puede auxiliarse de la fauna y flora autóctona, o bien incorporar productos biológicos formulados. Es cierto que una vez aparecida la plaga, estos métodos no consiguen eliminarla completamente. Por ello, a niveles cuantitativos, en ocasiones las cosechas no consiguen una alta productividad (otros estudios, sin embargo, han determinado que, en tiempos de sequía, el cultivo ecológico produce hasta un 15 % más). Pero si hablamos en términos cualitativos, el producto así obtenido supera la calidad de la producción agraria convencional. Por estos dos motivos, la pr